¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno es el primer elemento químico de la tabla periódica. Existe de forma abundante en la Tierra. En condición normal, es un gas incoloro, inodoro, insípido e inflamable. Se utiliza en la industria del vidrio, refinería, etc. Hay distintas maneras de obtenerlo y para diferenciarlo se le otorgan denominaciones por su color:

• El gris es el que se produce del carbón o gas natural.
• El rosado se genera a partir de energía nuclear.
• El azul es lo mismo que el gris, solo que se le añade un sistema de captura de emisiones.

“Cuando produces hidrógeno mediante el gas natural, es metano, principalmente. Su fórmula química es un átomo de carbón y 4 de hidrógeno. Cuando hago la separación, esa molécula de carbón produce emisiones CO2. No es un proceso limpio. Una alternativa es generar sistemas para conseguirlo. Sin embargo, se instala un equipo más que lo permite, aproximadamente en 95 %”, detalla Francisco Belmar, profesor de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

No obstante, el hidrógeno que más concita el interés es el verde. Se produce a partir de agua y energía renovable. Para su desarrollo es fundamental el proceso de electrólisis. Consiste en la separación de la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno, con un equipo llamado “electrolizador”.

Beneficios

Chile tiene una gran ventaja para desarrollar el hidrógeno verde, debido a sus recursos naturales y por el potencial en el desarrollo de proyectos de ERNC: el desierto más árido del mundo y la fuerza del viento en algunos sectores costeros. Este hidrógeno requiere grandes cantidades de energías limpias para su funcionamiento.

En la actualidad, se produce hidrógeno verde en Francia, Alemania, España, Estados Unidos, Canadá, Brasil, etc.

Usos y aplicaciones

La industria del hidrógeno verde es versátil. Se puede usar a manera de combustible para remplazar el diésel y gas natural y en la producción de amoníaco como fertilizantes, explosivos.

Es competitivo en movilidad, sobre todo en camiones de larga distancia, buses interurbanos, trenes y camiones mineros.

También es ideal para sustituir el consumo del hidrógeno gris. El 99 % del que se consume hoy en el mundo es ese.

Perspectivas

Según datos del Ministerio de Energía, se estima que, en 2050, el mercado del hidrógeno podría representar un 10 % del PIB, equivalente al de la minería.

Permite suplir a los combustibles fósiles que, al quemarse, liberan dióxido de carbono y gases de efecto invernadero.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que la realización de estos proyectos requiere infraestructura energética, por ejemplo, la construcción de paneles solares o parques eólicos a fin de generar un impacto en la naturaleza y en las comunidades aledañas. “Algunos estudios indican que podrían afectar a las aves en sus ciclos de anidación y rutas de desplazamiento”, sostiene Belmar.

Los parques solares necesitan mucho espacio. Además, estos proyectos consumen agua no potable con la instalación de plantas desaladoras. La salmuera extraída en el proceso de desalinización en las costas contiene una sal concentrada que puede afectar la salinidad y a los ecosistemas marinos donde se realiza la descarga. “Sin duda, estos aspectos se deben tomar en cuenta a la hora de escoger la ubicación de los proyectos, con el fin de disminuir los impactos en los ecosistemas”, reflexiona.