Un espectáculo único es el que nos regala el Atacama: el fenómeno del desierto Florido que deleita a los turistas por sus vistosos colores.
Cabe destacar que no todos los años se reúnen las condiciones de humedad necesarias para la floración en el desierto más árido del mundo (debe haber eventos de precipitaciones por sobre 15 mm). Su periodo de duración también está dado por las condiciones climáticas.
Según datos de Conaf, en el desierto Florido hay más de 200 especies de plantas con grandes extensiones de vegetación y abundantes flores en la Región de Atacama. Este ecosistema es frágil y, por ende, es crucial que los turistas lo cuiden.
Se aconseja no llevar mascotas, no pisar o arrancar las plantas, ni sacar semillas o bulbos, respetar la fauna silvestre y no arrojar basura. Por desgracia, son comunes las postales de visitantes inescrupulosos que aterrizan en avionetas o conducen en rutas no habilitadas y dañan todo a su paso.
De ahí que el presidente Gabriel Boric anunció la creación del Parque Nacional Desierto Florido que busca proteger la biodiversidad de este lugar.
“Es un área que se emplazaría en los sectores de Llanos y Chañarcillo, ubicada a 30 km al sur de Copiapó y 80 km al norte de Vallenar”, publica Conaf sobre este tesoro que nos obsequia el Atacama.