Hacia una gestión inteligente de nuestra basura electrónica

De acuerdo con cifras del Ministerio del Medio Ambiente, solo 3,4 % de los aparatos eléctricos y electrónicos son reciclados en Chile. Cifra alarmante.

Si un celular es tirado a la basura, tanto sus circuitos, como sus baterías pueden generar líquidos lixiviados. “Está comprobado por diversos estudios, entre ellos el de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Surrey, que una batería de celular puede contaminar hasta 600 mil litros de agua y cada aparato posee más de 40 agentes tóxicos, como arsénico o cadmio”, explica Gonzalo Lagos, director ejecutivo de Fundación Chilenter.

De cada placa o circuito de los celulares en desuso se puede extraer una cantidad considerable de metales preciosos. De una tonelada de placas de celulares es posible obtener 115.5 kilos de cobre, 213.5 de oro, 81.9 de plata y 9.5 de paladio.

“La obsolescencia programada es algo que las grandes industrias comprendieron y en la que está basada su modelo comercial. Cuando una persona compra un celular, un teléfono o una impresora debe estar consciente de que su vida útil o funcionamiento no irán más allá de dos años”, alerta Gonzalo Lagos.

Dentro de los artículos que más abundan están los celulares, los computadores y las impresoras, y que podrían tener como fin su reciclaje. También están los audífonos, los cables, los USB y todo aquel artefacto de telemática.

“En Fundación Chilenter tenemos una línea de reacondicionamiento de equipamiento computacional. Consiste en rearmar computadores reutilizando los componentes, partes y piezas de otros equipos. El fin de esta acción es reducir la brecha digital en los sectores más vulnerables del país”, dice Lagos.

Esta tecnología se entrega a colegios en condiciones de vulnerabilidad y organizaciones sociales. Hasta la fecha se han entregado más de 108 mil equipos distribuidos a lo largo del país.

Educación

Sin duda alguna, la educación es clave para crear la cultura del reciclaje. El reciclar no es solo acopiar distintos componentes en tarros de colores. Se debe saber qué pasa con ellos, cómo distribuirlos y a dónde llevarlos.

En Chilenter tenemos un taller que impartimos a colegios, donde explicamos qué pasa y qué se puede hacer con los electrónicos dados de baja para que tengan un destino final seguro, explica Gonzalo Lagos.

Las empresas tienen un papel fundamental en la línea de reciclaje. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP), ha sido un hito importante; apunta a metas vinculadas a la gestión de residuos. La legislación establece que los productores e importadores deben hacerse cargo de una correcta gestión de sus residuos, considerar 7 productos prioritarios: aparatos electrónicos y eléctricos, pilas, envases y embalajes, diarios y revistas, neumáticos, baterías, aceites y lubricantes.

“Un porcentaje alto de nuestros colaboradores son grandes empresas privadas que gestionan su tecnología dada de baja con nosotros. Lo que para ellos es un computador en estado de obsolescencia, quizá es funcional para un colegio”.

Para identificar los puntos verdes, a lo largo del país, existe la página web: https://rechile. mma.gob.cl/donde-reciclar/

Fundación Chilenter es una de las organizaciones que trabaja con la reutilización y reciclaje de dispositivos tecnológicos. Las personas interesadas en reciclar su basura electrónica pueden dejarla en los puntos verdes o directo en la planta de reciclaje de Chilenter, en Compañía 4365, Quinta Normal.