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El desconocido y vital rol de los insectos

Los insectos siempre han sido considerados seres aterradores, ya sea por su apariencia, por ser señalados como una amenaza, una plaga o una entidad indeseada. Sin embargo, el miedo que les tenemos nos habla más de nuestras falsas creencias e ignorancia.

De acuerdo con la Dra. Viviane Jerez, profesora asociada del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, de la Universidad de Concepción, y presidenta de la Sociedad Chilena de Entomología, los insectos cumplen un papel fundamental en las cadenas alimentarias o tróficas de otros organismos, donde actúan como recicladores, descomponedores y degradadores, entre otras funciones.

Exposición temporal “100 Años de Admiración por los Insectos”

Algunos de sus beneficios:

  • Polinizadores de las plantas, por ejemplo, de los árboles frutales
  • Contribuyen a la degradación de la materia orgánica (cadáveres de otros animales). Si no existieran, no habría manera de incorporar esa materia orgánica al ciclo de los nutrientes
  • Con la degradación de la madera muerta en los bosques, por ejemplo, se comen la celulosa de los árboles podridos y participan en el ciclo de nutrientes
  • Son fragmentadores de las hojas secas
  • Impactan en los ecosistemas de uso acuícola

No podría haber vida en ríos y lagos si no existieran; de manera mayoritaria, están en estado larvario, como las ninfas de los matapiojos. Los peces se alimentan de ellos.

Exposición temporal “100 Años de Admiración por los Insectos”

Chile: paraíso endémico

Chile cuenta con una flora y fauna con un alto grado de endemismo: solo habitan en un lugar determinado.

Se estima que, de manera aproximada, hay un poco más de 13 mil especies de insectos que representan alrededor de 33 % de la diversidad biológica total descrita en nuestro país.

Invertebrados en peligro

Los insectos, como el resto de los seres vivos, también están bajo una amenaza constante. Uno de los grandes culpables es el uso descontrolado de los insecticidas, sobre todo los utilizados en los cultivos de alfalfa, trigo y maíz, entre otros.

Estos generan nanopartículas tóxicas que se degradan y son incorporados al ciclo de nutrientes de otros animales y vegetales. Es una de las causas que explica la disminución en la población de insectos en nuestro país, sumado a la introducción de especies invasoras y exóticas, como la avispa chaqueta amarilla y el abejorro europeo.

Chile dispone de la Ley 19.800, que permite protegerlos; data de 2011. Sin embargo, solo 80 géneros de insectos han sido presentados a los procesos de clasificación del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), de un total de más de 13 mil especies y han sido declaradas en peligro crítico solo 10. Sin duda el esfuerzo parece insuficiente.

Tres especies amenazadas

- Ciervo volante, cantabria o escarabajo de Darwin (Chiasognathus grantii): se encuentra desde la zona central hasta la Región de Magallanes. Es el insecto más grande en Chile. El macho, a diferencia de la hembra, se caracteriza por sus grandes mandíbulas. Es llamativo por sus colores. Producto de la fragmentación de sus poblaciones por el cambio del uso de suelo, su número ha disminuido de manera considerable. Es apetecido por los coleccionistas, pese a que, según el reglamento de la ley de caza del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero), está prohibida su tenencia, venta y captura.

- Mariposa del Chagual (Castnia eudesmia): es grande y llama la atención por sus colores. Está categorizada como “casi amenazada”. Su existencia está unida a la puya, una planta refugio de sus larvas y también fuente de su alimentación. La puya, que suele encontrarse en zonas costeras, en especial en la Región de Coquimbo, se ha visto amenazada por los incendios y las intervenciones inmobiliarias. A esto se suma la tendencia gourmet en utilizarla como ensalada.

- Madre de la culebra (Acanthinodera cumingii): es también uno de los insectos más grandes de Chile. La hembra es negra, grande y no vuela. Al contrario del macho que sí puede hacerlo. Sus larvas se alimentan de árboles en estado de descomposición. Las personas las capturan, matan o sacan las larvas de los troncos. Al hacer esta última acción, no dejamos que la larva pueda seguir su ciclo de vida. Esta especie también está protegida por la ley de caza del SAG. Sin embargo, el MMA no considera su cuidado por ser una población común y numerosa.