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El desafío de reutilizar el agua

Por Gerardo Ahumada Theoduloz, director AIDIS-Chile y profesor FCFM-U. de Chile

La desertificación y sequía en Chile son un problema de larga data. El cambio climático y la escasez de lluvias no contribuyen a mejorar este escenario. Sin embargo, existen medidas que podemos tomar para cuidar el agua y no desperdiciarla.

aguas servidas

Cuando hablamos de “aguas servidas” nos referimos a las residuales que resultan del uso doméstico, contaminadas, principalmente, con materia fecal y orina. Son líquidos compuestos de la siguiente manera:

  • Aguas grises:provenientes de las tinas, duchas, lavamanos, lavaplatos, máquinas lavavajillas y lavadoras de ropa.
  • Aguas negras: de inodoros y urinarios, que contienen materia fecal u orina, o ambos.

En el contexto de escasez hídrica nacional, se han evaluado y promulgado diferentes propuestas de mitigación, entre ellas, el reúso de aguas servidas, tanto grises como negras. Comenzó en 2018 con la Ley 21.075, que regula la recolección y disposición de las grises, en las áreas urbanas y rurales, con el propósito de ahorrar y reutilizar el vital elemento.

Posteriormente, se desarrolló la norma NCh3452: Reúso de aguas residuales tratadas para riego –Directrices para la adaptación de sistemas y prácticas de riego a aguas residuales tratadas y el proyecto de reglamento sobre condiciones sanitarias básicas para el reciclaje de las grises.

Tratamiento 

Actualmente, estas últimas son procesadas en las Plantas de Tratamiento de Aguas Servidas (PTAS), en conjunto con las negras.

Sin embargo, a la fecha, nuestro país no cuenta con experiencias consolidadas en materia de su reutilización. Ello, sin perjuicio de existir experiencias piloto puntuales que han servido para ganar práctica en torno a los beneficios y desafíos que su implementación implica.

Las iniciativas legales en relación con el reúso han permitido avanzar en los últimos años. Sin embargo, la Ley 21.075, Ley de Aguas Grises, se trata de un cuerpo legal acotado que permite únicamente el reciclaje de una fracción, a la vez que se generan externalidades negativas que lo dificultan (sistemas de tratamiento complejos, calidad exigida, etcétera.).

Una de las razones más importantes para aprovechar este recurso se relaciona con la escasez de agua, como ocurre en zonas semidesérticas o con acuíferos pobres, o donde existe sobreexplotación. En estos casos, el agua de mejor calidad se reserva para la potable y las grises que pueden suplir otras demandas.

Usos posibles

Si sólo consideramos las grises, la ley identifica los siguientes:

  • Urbanos:riego de jardines o descarga de aparatos sanitarios
  • Recreativos:áreas verdes públicas, campos deportivos u otros con libre acceso al público
  • Ornamentales:áreas verdes y jardines ornamentales sin acceso al público
  • Industriales:en todo tipo de estos procesos no destinados a productos alimenticios y fines de refrigeración no evaporativos

• Ambientales: para especies reforestadas, la mantención de humedales y todo lo que contribuya a la conservación y sustentabilidad ambiental