Día Mundial del Agua: un recurso en crisis

De acuerdo con las Naciones Unidas, 2.200 millones de personas en el mundo viven sin acceso al agua potable. El dato cobra relevancia por el Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo.

Esta fecha tiene el propósito de concientizar sobre la crisis hídrica y la importancia de tomar medidas al respecto. Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas apunta a garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

La pandemia de covid-19 ha puesto en el centro la relevancia del acceso al agua porque el lavado de manos es imprescindible para salvar vidas.

Este año, el foco está puesto en las aguas subterráneas. Paul Dourojeanni, líder de Gobernanza e Institucionalidad de Escenarios Hídricos 2030 (EH2030), explica que estas son masas de agua bajo la superficie del suelo y en la corteza terrestre.

Cada vez que llueve, parte de las aguas que corren en la superficie se infiltran a través del suelo y llegan a los espacios entre las arenas y rocas. Estas zonas, donde se acumula el agua, se llaman ‘acuíferos’, verdaderos embalses subterráneos.

“El agua subterránea es esencial, es la reserva más abundante y accesible en el planeta, alcanza 97 % del agua dulce que no se encuentra congelada. Cuando estamos ante una ausencia de precipitaciones prolongadas, como la que vivimos en el país, es gracias al agua subterránea que muchos lugares se sostienen y abastecen. Así de importante es. Y por eso hay que hacer todo para protegerla”, afirma el especialista.

¿Por qué es fundamental asegurar el acceso de agua para todos, pensar que el agua es un derecho, sobre todo en las zonas rurales?

El agua es indispensable para vivir y es tal vez la condición al resto de los derechos humanos. Así, y desde 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y saneamiento. Es decir, disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, accesible y asequible. Este punto es importante porque no solo es el acceso al agua, sino también disponer de ella en calidad, cantidad y a un precio accesible.

Disponer de agua es fundamental para todos. Pero en áreas rurales sucede que muchas familias no solo la utilizan para beber, sino también para sustentarse. Cuando el agua escasea, aquellos que pueden, migran.

En este sentido, es importante realizar todos los esfuerzos posibles para que las comunidades rurales dispongan de agua suficiente y así evitar la migración. En el caso de que sea inevitable, se deben hacer esfuerzos para facilitar estos traslados.

El cambio climático, la escasez de lluvias y la sequía son factores con los que se debe lidiar. ¿Cómo enfrentar esta crisis hídrica y buscar soluciones, medidas, acciones a corto, mediano y largo plazo?

En la actualidad, tenemos a disposición innumerables soluciones para enfrentar la crisis hídrica. Con la iniciativa de Escenarios Hídricos hemos podido recopilar y priorizar, mediante un proceso de participación, más de 200 soluciones distintas. Debemos disponer de todas ellas e implementarlas de acuerdo con los problemas y necesidades locales.

Entre las medidas, acciones y soluciones que detectamos se encuentran desde las más tradicionales, como los embalses, hasta soluciones de gran innovación tecnológica, como tecnologías de control inteligente. Pero hemos podido evidenciar que, entre las soluciones a nuestra disposición, son las basadas en la naturaleza las que debemos priorizar; son medidas de bajo costo, fáciles de implementar y con un impacto ambiental positivo que nos ayudarían a combatir la crisis hídrica y climática a corto, mediano y largo plazo.

Otras medidas efectivas para reducir la crisis hídrica son aquellas ligadas a la eficiencia, o reducción de la demanda de agua. Estas son, por ejemplo, mejoras en las redes de distribución, o bien, en los rendimientos de los cultivos por gota de agua. Es decir, hacer más con menos. Lo importante aquí es que la mayor eficiencia se traduzca en mayor disponibilidad de agua para otros usos.