Conozca los efectos de la contaminación acústica

¿Qué tienen en común los bocinazos y las motocicletas a toda velocidad? ¡Sí, su escándalo!

Hernán Varas, profesor adjunto de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, explica que el ruido es una energía sonora emitida hacia un ambiente, en donde puede diseminarse, y un receptor percibirla como incómoda o indeseada.

“La contaminación acústica ocurre cuando una emisión sonora molesta hace inmisión (ingresa) en un ambiente. Por oposición, si resulta agradable, es un sonido”, específica.

Además, si existe una norma regulatoria para los niveles de ruido, el entorno se definirá como contaminado cuando estos sean superados.

Para efectos de cuantificación, el ruido se mide en decibeles (dB), unidad utilizada para expresar la relación entre dos valores de presión sonora. Puede hacerse con instrumentos como los sonómetros, que poseen un filtro y permiten captarlo en forma semejante a como lo percibe el oído humano.

“Las principales fuentes de contaminación acústica en Chile son el tránsito vehicular, que representa 70 % en una ciudad, carreteras, ferrocarriles y aeropuertos, las fuentes fijas como industrias, talleres y faenas de construcción, entre otros”, sostiene José Miguel Arriaza, director de la Escuela de Ingeniería Civil, Minas y Sustentabilidad de la Universidad San Sebastián.

Consecuencias a la salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS), lo identifica como un contaminante notable para la salud pública en el planeta. Establece que, a partir de 45 decibeles, ya se genera una importante perturbación del sueño.

Sobre 55 dB, el ruido de tránsito (trenes, aviones u otros), llega a causar malestar, estrés, deterioro cognitivo, generar hipertensión, derrame cerebral e incidir en la salud cardiovascular. Y sus altos niveles pueden inducir a la pérdida de la audición, en tanto que el de tipo comunitario es otra importante fuente lesiva para las personas.

“La socioacusia es la pérdida de la audición, debida a la exposición al excesivo sonido ambiental. Pero también genera pérdida de calidad de vida en la comunidad: obstaculiza el descanso durante las horas de vigilia y la concentración para el trabajo”, detalla Varas.

Normativa en Chile

“En Chile, existe una normativa y está plasmada en el Decreto N.º 38, de 2012. Busca proteger la salud de la comunidad mediante el establecimiento de niveles máximos en las fuentes emisoras. Durante 2021, se inició la elaboración de la Norma Primaria de Calidad Ambiental para Ruido en Chile”, precisa Arriaza.

Objetivos:

• Reconocer y fijar niveles de calidad de contaminación acústica para proteger la salud de la población
• Contar con planes de prevención y descontaminación a fin de diseñar e implementar acciones y medidas de control o mitigación y reducir la exposición al ruido ambiental
• Regular los niveles, generados por la emisión conjunta de distintas fuentes en un territorio

También el Ministerio del Medio Ambiente ha elaborado mapas del sonido que, mediante el uso de modelos matemáticos, permiten visualizar los niveles y su distribución en el ambiente en determinadas áreas territoriales.

Por su parte, las municipalidades se preocupan por fiscalizar las denuncias de la comunidad. Combina su tarea con la Superintendencia del Medio Ambiente, para abordar los ruidos de la construcción y otros no considerados en las ordenanzas locales.